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Cultura de la majestuosidad

A dos años de haber organizado los XXIX Juegos Olímpicos, China vuelve a ocupar la primera plana mundial con la realización de la Exposición Universal de Shanghái, un mega evento de dimensiones colosales que durará seis meses. Una excusa perfecta para visitar y recorrer un país exultante de atractivos que cobijan historia, cultura y modernidad.  

En los últimos años los destinos de Oriente fueron desarrollando un gran interés para los viajeros argentinos, básicamente por sus atractivos culturales, naturales y eventos de gran relevancia.
En ese sentido, China fue posicionándose entre los predilectos y logró que todo el mundo colocara los ojos sobre ella con la organización de los XXIX Juegos Olímpicos, llevados a cabo en agosto de 2008.
Este año vuelve a ser noticia con la realización de la Exposición Universal de Shanghái, un mega evento de seis meses de duración, tal como lo establecen las normas de las exposiciones “universales” o “mundiales”.
Varias naciones ya tienen su lugar en los extensos pabellones, donde instalarán stands majestuosos y muy creativos para promocionar las virtudes de cada destino.
En esta nota, los detalles de la muestra y de otros destinos que deberían visitarse en un viaje a China.


LA EXPO DE SHANGHAI.

La Exposición Universal de Shanghái se realizará del 1º de mayo al 30 de octubre, en una superficie expositiva de 5,28 km2. Su lema será “Mejor ciudad, mejor vida”, el cual según los organizadores expresa el deseo de que la humanidad viva mejor en los entornos urbanos.
Se dice que ésta será la mayor exposición universal que se haya organizado jamás. Tendrá alrededor de 200 expositores y se estima que recibirá 70 millones de visitantes, a un promedio diario de 400 mil.
Asimismo, se instalarán 33 espacios escénicos -que ocuparán una superficie total de 0,48 km2 y llegarán a reunir 68 mil espectadores- en los que tendrán lugar 20 mil espectáculos durante el transcurso del evento. Habrá siete escenarios en salas para conciertos, musicales o piezas de ballet, y 26 en exteriores para desfiles, expresiones de arte folclórico e interpretaciones callejeras.
“La Expo de Shanghái es el segundo gran evento en nuestro país después de los Juegos Olímpicos de 2008. Organizarlo de manera exitosa es muy importante para promover nuestros intercambios y nuestra cooperación con otros países y regiones de todo el mundo”, manifestó el presidente chino Hu Jintao.
Cabe mencionar que los visitantes tendrán a su disposición paradas de autobuses eléctricos cada 300 m. dentro del área de la expo, y que las unidades pasarán con una frecuencia de tres minutos.
Asimismo, alrededor de 70 barcos trasladarán a los visitantes por el río Huangpu, desde un muelle en Pudong y otros dos en Puxi.
Por otra parte, en las inmediaciones de la muestra se construirán 19 estacionamientos con capacidad para 4.000 autobuses y 1.400 autos.

EL CENTRO ECONOMICO DE CHINA.
La grandeza de Shanghái comenzó cuando el país abrió sus puertas al mundo. Alrededor del barrio histórico -sobre el río Huangpu- se agruparon subsidiarias internacionales, donde hoy se concentran las actividades bancarias y financieras más grandes del país.
Las calles más llamativas son Nanking y Zhongshan. La primera corre hacia el oeste y comienza cerca del centro hotelero, a la altura del río. Comercios, cines, restaurantes y numerosas librerías la convierten en el centro más animado de la ciudad.
Zhongshan, en tanto, fue la antigua Bond; allí pueden contemplarse rascacielos, edificios bancarios, los Almacenes de la Amistad y la vieja construcción de la aduana.
Un gran atractivo de la ciudad es el Jardín Yu Yuan, construido en el siglo XVI, el cual constituye un verdadero laberinto de estanques, puentes, patios y muros con dragones serpenteantes, y la casa de té en medio del lago.
Otro sitio aconsejado es el Templo del Buda de Jade, en el que se permite el ingreso a turistas extranjeros.

LA GRANDIOSIDAD DE BEIJING.
Dejando atrás Shanghái, Beijing se postula como otro de los principales destinos chinos. Ostenta numerosos parques con pagodas y campanarios, y templos con pacíficos jardines, así como luces de neón que acompañan al tráfico urbano, sedes bancarias y hoteles en los que se pueden conseguir taxis libres (vale aclarar que solamente las unidades ocupadas circulan por las calles).
Miles de bicicletas, señoras con sombrillas, paseadores de pájaros, el Callejón de la Sed y vendedores de barriletes completan el panorama.
La ciudad es la capital de la China moderna. Si bien no ocupó siempre esta jerarquía, algunas dinastías la escogieron para ejercerla, entre ellas las tres últimas: Luang, Ming y Ping.
Para la visita se aconseja comenzar por la Plaza Tian An Men, una de las más grandes del orbe, donde se llevan a cabo las grandes festividades y donde transcurrieron memoriosas revueltas.
En su centro se erige un obelisco de granito dedicado a los héroes populares y, hacia el sur, el Memorial que conserva el cuerpo de Mao Tse Tung, rodeado por el Palacio de la Asamblea del Pueblo y el Museo Histórico Nacional.
En frente se encuentra el Museo de la Revolución China, con una gran cantidad de maquetas, fotografías y textos que explican la historia contemporánea del país.
Otro sitio de gran interés es la Ciudad Prohibida o Zi Ji Cheng, construida por la dinastía Ming. Se trata de una ciudad interior de 170 mil m2 que aloja más de 70 edificios palaciegos y 9 mil habitaciones. Está rodeada de murallas y un foso, con cuatro grandes puertas de ingreso. Llaman la atención su colorido y la curvatura de los tejados.
Allí, refugiados en sus palacios y jardines, los emperadores perdieron todo contacto con el pueblo, incluso con los funcionarios, ya que una corte lo hacía en su nombre.
En las proximidades se encuentra el Templo del Cielo, edificación de planta circular emplazada dentro de un gran parque. Ostenta una gran belleza y solía albergar al emperador cuando se comunicaba con el cielo para pedir buenas cosechas, durante el solsticio de invierno.
Hacia el noroeste, el Palacio de Verano o Yiheyuan yace en una zona parquizada, con monumentos antiguos, un gran lago artificial, islas y numerosos puentes.

LA GRAN MURALLA.
A 75 km. de Beijing se puede visitar una de las maravillas de la antigüedad y, quizás, uno de los mayores atractivos a nivel mundial: La Gran Muralla, la única construcción humana visible desde el espacio.
Shi Hoang Ti fue el emperador (221 a 206 a. de C.) que ordenó su construcción con el fin de evitar la invasión mongol.
Alrededor de 300 mil hombres trabajaron durante 18 años en la cimentación de más de 5.000 km. de paredes con almenas, torreones, depósitos y cisternas.
Asimismo, se recomienda visitar las Trece Tumbas Ming -de la dinastía que expulsó a los mongoles al otro lado de la Gran Muralla y reorganizó la economía y la vida del imperio-, situadas 50 km. al norte de la capital. Allí cohabitan monumentos funerarios rodeados de paredes púrpuras y custodiados por el Pórtico del Dragón, con elefantes, leones, dragones, camellos y otros monumentos que representan a políticos, funcionarios y militares.

CANTON, PARAISO PARA LAS COMPRAS.
Cantón es la capital de Kwantung y la urbe más destacada de China meridional. Su situación geográfica, así como el puerto marítimo, propiciaron intercambios desde épocas remotas.
Así, en la actualidad se realiza -dos veces al año- una reconocida feria a la que asisten miles de empresarios de todo el orbe.
Por otra parte, se aconseja la visita al Memorial de Sun Yat Sen, fundador de la República en 1912; y la mansión de la familia Chen, hoy convertida en museo y centro de exposiciones.

Además, como gran centro comercial del país, es el paraíso de las compras, principalmente de sedas, lacas, esmaltes, porcelanas y bronces.

GUILIN, REFUGIO DE ARTISTAS.
Como resultado de la erosión, su excepcional marco natural atrajo históricamente a poetas y pintores. Cuevas naturales, colinas, bosques, meandros, arrozales y pagodas conforman la escenografía de Guilin.
Una de las posibilidades que brinda el destino es navegar por el río Li hasta Yangshou, regresando por carretera para realizar excursiones a las grutas calcáreas, como la de la Flauta de la Caña y la de Zengpiyan.

LAS LUCES DE HONG KONG.
Al visitar Hong Kong -que fuera colonia inglesa hasta el 30 de junio de 1997, cuando expiró el permiso de ocupación- se recomienda a los viajeros alojarse en la península de Kowloon, ya que ofrece una mayor variedad de servicios y dispone de subte y ferry, con los que se puede conectar en forma rápida y sencilla con la isla Lantau -separada por un estrecho de 1,5 km.-, donde se encuentra el barrio financiero y el aeropuerto.
La Nathan Road o Milla Dorada atraviesa Kowloon de sur a norte, con 5 km. de letreros luminosos y una enorme cantidad de negocios de joyas y artículos electrónicos, cuyas vidrieras se renuevan día a día.
En este sitio llaman poderosamente la atención los rascacielos espejados, pertenecientes a grandes empresas multinacionales y hoteles de lujo, así como los exclusivos clubes nocturnos y restaurantes.
El Mercado de Aves es una curiosidad en Kowloon, a lo largo de Honk Lok Street, donde cientos de pájaros están a la venta. ¿Los precios? Se calculan de acuerdo a la calidad de su canto.
Por estas latitudes también es común ver a los habitantes salir a pasear con sus jaulas, ya sea para ir a bares a tomar un tim sum (algo así como un coffee break) o para competir en espacios verdes por los trinos más bonitos.
Del mismo modo, Wanchai ostenta su perfil de barrio ultramoderno con interesantes propuestas para la noche.
Hacia el oriente, la Bahía de Repulse enmarca una apacible playa de arenas doradas y aguas transparentes. Y, hacia el oeste, en Deep Water, un campo de golf ofrece un magnífico panorama.

Aberdeen es otro imperdible: una antigua aldea de pescadores donde aún habita una gran comunidad dedicada a esa actividad. Se puede navegar en los característicos juncos o sampanes, embarcaciones en las que viven las familias que trabajan en el área, conformando verdaderos barrios flotantes.

XIAN, PRIMERA CAPITAL DE CHINA IMPERIAL.

Xian fue la primera capital de China imperial. Entre sus antiguas murallas -aún en pie, junto al río Wei- se visitan la Torre de la Campana y la Torre del Tambor. Y fuera de ellas, hacia el sur, la Gran Pagoda de la Oca, un conjunto de siete mastabas escalonadas superpuestas que integran el complejo del monasterio budista de Ci-En.
Pero, sin dudas, el mayor atractivo de la zona es el Ejército de Terracota. El primer emperador augusto de la China unificada, Shi Hoang Ti, mandó a construir un mausoleo gigante, en el cual habrían trabajado 700 mil artesanos durante 10 años.
En 1974 un grupo de campesinos que buscaba agua junto al monte Li encontró lo que hasta el momento era una leyenda: parte de un ejército de terracota. A 6 m. de profundidad se encontraron miles de hombres de terracota en tamaño natural representando a guerreros mirando hacia el este, esculpidos con gran realismo. Cada uno tiene una expresión, peinado, vestido y rasgos étnicos distintos.
También se encontraron 100 caballos de tamaño natural, carros de combate y un gran conjunto de armas blancas de bronce.

DATOS UTILES.

Cómo llegar: British Airways y Malaysia Airlines, entre otras compañías, llegan a Beijing y Shanghái. Requisitos para ingresar: visa y pasaporte con un mínimo de 6 meses de validez a la fecha de regreso de China. Para Hong Kong no se pide visa. Superficie: 9.572.678 km2, similar a la de Europa. Es el país más habitado del planeta.
Clima: si bien existen regiones desérticas y semiáridas en el interior occidental, así como una porción pequeña de territorio con clima tropical en el extremo sureste, prevalece el clima templado.
Idioma: posee más de 50 etnias. Pueden no entenderse hablando pero sí escribiendo, ya que la caligrafía es única. Religión: es oficialmente atea, aunque se profesan el confucionismo, el budismo y el taoísmo, y hay una minoría islámica. Informes: http://ar.chineseembassy.org/esp/.

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