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Estados Unidos dio otro paso en la facilitación del ingreso a argentinos

De a poco y con extrema cautela, el Gobierno de Estados Unidos va correspondiendo con medidas de facilitación a la eliminación unilateral de la tasa de reciprocidad que hasta marzo (coincidiendo con la visita de Barack Obama) cobraba Argentina a los ciudadanos del país del Norte.

Primero fue el anuncio de la eximición del requisito de entrevistas para obtener la visa para los viajeros argentinos mayores a 65 años o menores de 16. Pero lejos aun de la exención de la visa que mediáticamente se daba como hecho en marzo pasado y que rápidamente la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca había circunscripto como último mojón de un camino largo de compromisos con el Departamento de Justicia y el de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

MÁS ÁGIL.

En un segundo paso hacia la facilitación de los viajes de turismo y negocios, durante la visita protocolar de la semana pasada el secretario de Estado, John Kerry, anunció “el convenio que hemos firmado con Argentina para empezar a trabajar en un acuerdo de Global Entry”.

Al día siguiente, el embajador norteamericano en Argentina, Noah Mamet, y la ministra de Seguridad local, Patricia Bullrich, formalizaron la firma de la adhesión al programa del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés).

Cuando se concrete, nuestro país será el 11° en ingresar a este programa, en el cual ya sellaron sus propios tratados Alemania, Australia, Canadá, Corea del Sur, Holanda, México, Nueva Zelanda, Panamá, Singapur y Reino Unido.

A grandes rasgos, los beneficios de ser “elegibles” para el programa Global Entry pasan por la dinamización de los trámites migratorios al entrar por la mayoría de los aeropuertos estadounidenses. O sea, como miembro del programa el pasajero no deberá hacer filas ni completar formularios en papel al arribar. Sólo tendrá que escanear su pasaporte y huellas dactilares (además de completar una declaración online de Aduanas) en los “kioskos” electrónicos dispuestos para hacer el check-in de ingreso al país. Al finalizar el trámite se entrega un comprobante de la operación y los viajeros quedan liberados para ir a retirar sus equipajes.

Este proceso se completa en un tiempo muy inferior al habitual.

Todas las estaciones aéreas con las cuales existen vuelos directos desde Argentina cuentan con estas máquinas automáticas (Miami, Nueva York, Houston y Dallas).


EL PROCESO Y SUS REQUISITOS.


La aplicación para solicitar el Global Entry se inicia a través de un formulario online, para lo cual habrá que darse de alta como usuario en la web. El registrarse en el sistema tiene un costo de US$ 100 y una vigencia de cinco años.

Una vez que el gobierno del país del ciudadano convalida que no hay riesgos y avala su buena conducta, el formulario es recibido por un oficial migratorio de Estados Unidos, quien agenda una entrevista personal con el solicitante para definir su elegibilidad.

Valga la aclaración de que aun en el caso de ser considerado un pasajero de bajo riesgo, los argentinos que abonen los US$ 100 y sean autorizados por el programa deberán tener al día sus pasaportes y visas.

Con lo cual, y considerando que hay que contar con una visa para ingresar y hacer una erogación adicional, la conveniencia de aplicar al programa se reduce básicamente a los viajeros corporativos frecuentes.

Por eso, Kerry inscribió los beneficios del acuerdo como parte de “un diálogo bilateral en temas de comercio con la participación en una red regional de pymes. Ellas dan la mayor cantidad de puestos de trabajo y son las que pueden otorgar un impulso a la economía. Para ello hemos firmado un acuerdo conjunto con Argentina de Global Entry”.

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